Lo recomendable es que una persona adulta duerma entre 7 y 8 horas, para permitir que el organismo desarrolle diversas funciones de reparación.
Mañana es el Día Mundial del Sueño. La celebración se estableció en el año 2008, por iniciativa de la Asociación Mundial de Medicina del Sueño, con el propósito de difundir la importancia de prevenir y manejar los trastornos del sueño, que inciden en la salud.
El lema para este año es “Sueño de calidad, mente sana, mundo feliz”. La celebración ha sido establecida para el viernes anterior al equinoccio, de otoño en el hemisferio sur y de primavera en el hemisferio norte.
El motivo es que el equinoccio es el momento del año en que el día y la noche duran casi lo mismo. Se eligió esta fecha para resaltar la importancia del buen dormir, educar y concientizar sobre la necesidad de tratar los trastornos del sueño, que representan un problema mundial.
Una gran cantidad de personas tienen distintas afecciones relacionadas a problemas de sueño, lo que disminuye su calidad de vida. Según los expertos, lo recomendable es que un adulto duerma entre 7 y 8 horas diarias, para restaurar las funciones del organismo.
La realidad muestra que la gran mayoría de individuos no descansa lo suficiente ni en la manera adecuada, lo cual acarrea daños en la salud y la calidad de vida.
Entre los trastornos del sueño, se destacan:
Apnea del sueño: Son patrones anormales de respiración, que interrumpen el descanso profundo.
Insomnio: dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido por mucho tiempo.
Narcolepsia: somnolencia extrema o trastorno crónico del sueño durante el día.
Síndrome de piernas inquietas: También llamada Enfermedad de Willis-Ekbom. Se trata de un impulso por mover las piernas mientras se trata de dormir, normalmente reflejado como sensación de hormigueo, ardor o comezón.
Con el Día Mundial del Sueño se busca crear conciencia de que, para poder tener un futuro saludable es necesario dormir bien, ya que no se trata solo de descansar, sino que durante el sueño se llevan a cabo funciones de reparación celular, depuración de sustancias del líquido cefalorraquídeo, se fija la memoria, se producen hormonas, entre otras.
No dormir la cantidad de horas suficientes, o dormirlas, pero de forma ineficiente, puede resultar en síntomas diurnos como la somnolencia (hacer un esfuerzo para mantenerse despierto en situaciones en las que debería prestarse atención), dolor de cabeza, cambios de humor, distracción, pérdida de memoria, cambios en presión arterial, entre otros.
Dormir bien es tan importante como controlar la hipertensión arterial o la diabetes, para poder tener una vida más sana.